Zack Ebrei

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Muchos le miran extrañado por la belleza que posee para el trabajo que desempeña. Gran parte de los mafiosos no tienen una cara muy bonita que digamos.

De ojos azulados que varían en tonalidad según la luz le llegue a su rostro. Cabello negro con reflejos azules petróleo; pareciera que lo llevase teñido al verse de ese color a la luz, peinado algo desordenado y desmechado, logrando tapar algo de su frente. Piel perlada y tersa, gracias a su rápida regeneración por ser demonio, no tiene ninguna marca de las peleas en las que se ha metido.

Es alto, de una altura aproximada al metro ochenta y cinco o más, no recuerda cuando fue la última vez que se midió por lo que si le preguntan dice aquella. Contextura física atlética y firme, pero no tan marcada.

Un jefe de la mafia un poco peculiar. Siempre que se le ve, suele estar en la oficina, callado y pensativo, leyendo libros o hasta mirando simplemente a su alrededor como si no conociera su lugar de trabajo. Sinceramente llama bastante la atención de sus empleados a quienes difícilmente les dirige la palabra. No es que los odie ni menosprecie, es más, les agradece su compañía y fidelidad, pero su realidad es que le es imposible demostrarse como es, sólo su mano derecha puede reconocer como realmente se siente, y la única manera de ver sus verdaderos sentimientos es cuando se enfada o descontrola, siendo esa la única ocasión en la cual sus trabajadores lo asimilan a un jefe de la mafia, al comportamiento esperado por cualquiera.

En el fondo se guarda todo lo que es para no deshonrar la memoria de sus padres, personas que con solo verles inspiraban respeto, al igual que él con esa apariencia tan seria e intelectual, además de esa aura que el no logra entender que perciben de él.

Fuera de su oficina, cuando se las ingenia para huir sin que sus empleados le vean, suele aventurarse y ciertamente meterse en líos. Es un joven ingenioso e inteligente, pero su espíritu aventurero termina por hacerle ver como alguien de poca o casi nula amenaza, disfruta el ser irónico y hasta molestar, es un poco más expresivo, pero casi ni se nota ya que sigue tratándose de alguien callado, si hay algo que este no puede controlar es eso, el ser de tan pocas palabras. Pese a todo es alguien de más acción y hasta provocador.

Toda su vida vivió a la sombra de sus padres. Poco conocido y reconocido por estos mismos debido a la timidez que exponía, de todas formas le era imposible el no ser así, las juntas de sus padres no eran las mejores, se trataba de personas solamente mafiosas, las cuales claramente no poseían las buenas pintas que éste esperaría debido al estilo de vida que sus padres lograban llevar gracias a los ingresos que tenían al vender humanos o traficar cosas insospechadas para el gobierno. También, aunque no se creyese, su familia también cooperaba con atrapar prisioneros peligrosos para las regiones y entregarlos a el gobierno, por así decirlo, éstos tenían doble cara, haciendo que la familia Ebrei tomase importancia tanto dentro como fuera de la región no.5.

Nunca supo de que en realidad su familia era una de demonios, la ausencia de adultos dentro de su vida fue la que hizo que creciera con la idea de que se trataba de un ser humano, además de que se sentía como uno, nada anormal y su vida seguía pasando como nada hasta que llegó a sus 18 años. Un extraño suceso en el que formaba parte una curiosa explosión cercana a un casino terminó por llevarse a sus padres, trasformándose él en el nuevo heredero de los Ebrei. No tenía ninguna educación conforme a lo que se trataba de la mafia, siempre vivió alejado de ese mundo además de que trataba de salir adelante solo. Sin previo aviso se vio obligado a ver una enorme cantidad de atrocidades, tales como el tráfico de personas, asesinatos, entre otras ilegalidades que lo llevaron a madurar rápido, logrando formarse de una personalidad fuerte, que inspirara la misma aura que la de sus ausentes padres, llegando a ser una autoridad sin manchar la visión que tenían sus padres, y también llevándola aún más lejos por los conocimientos que adquirió de manera autónoma.

-Leer novelas de fantasía o ciencia ficción de otras épocas.
-Por un motivo que desconoce tiene cierto amor por los libros de contabilidad y en general matemáticas.
-Jugar ajedrez, cartas o damas con quien sea o se atreva a desafiarlo.
-El poker se volvió como una manía para él, hacer trampas se le da de una manera increíble.
-Tiene cierto interés por los experimentos, pese a que aberra la idea de que sea gente a la cual simplemente se la atrapa y experimentan con ella, los resultados le parecen increíbles.
-Su único gustillo secreto que posee es el chocolate, podría decirse que lo trastorna.

-No lo parece, pero el cigarro le enferma.
-Tampoco es fanático de los tragos, le pasa casi lo mismo que con los cigarros.
-Detesta a los abusadores de poder, por ese motivo a intentado disminuir la taza de experimentación de humanos ilegalmente sin mucho resultado.
-La gente muy llorona no va con él.