In confinement ( Privado )

Después de haber sido regresado a su jaula, por así decirlo, se dejo caer sobre su cama totalmente agotado, tenia varias heridas que aun sangraban en su torso y espalda que tenia descubierto, le dolía mucho el cuerpo ya se estaba cansando de tener que salir a salvar su vida por unos humanos imbéciles que gustan de poner la vida de los demás en riesgo.

No se consideraba un humano estaba más que orgulloso de ser un dragón, un ser con gran fuerza y poderes, pero el exceso de peleas le estaba pasando la cuenta en la arena mataba o si no dejaba muy mal herido a sus contrincantes y por hacer eso no se sentía muy orgulloso, la mitad de sus compañeros de batalla no eran más que recién llegados, nuevos en esto, y la mayoría no controlaba sus poderes ni transformaciones; eran solo objetos de prueba meros conejitos de indas que serían acabados por un movimiento, que no sabrían de donde provenían, pero cada vez los hacían mas fuertes. Un grave problema para el pelirrojo.

Estaba tan adolorido que cerro los ojos para dormirse y así apurar mas la regeneración que solía ser mas rápida que la de un humano u otro animal, pero no lo logro algo estaba pasando afuera a pesar de estar encerrado y bajo tierra su sentido de la audición era muy bueno, muchos de otros experimentos estaban montando un alboroto, por lo que pudo escuchar habían intentado escapar y eso era bueno para el que estaba totalmente aislado por ser muy peligroso, nadie estaría pendiente del por lo menos en horas y eso le facilitaría el descansar.

- Aaah - se quejo acostado boca abajo sobre su cama.

- Quien me va a traer comida ahora!? -susurro aguantando un gemido de dolor cuando intento moverse, eso era algo que se había olvidado sin los guardias no había comida.

- Diablos!! - volvió a decir pero ahora casi en un grito.

Antes de salir de su oficina recordaba que no tenía un lugar para visitar, solo daba vueltas y vueltas por los mismos lugares hasta que repentinamente una idea se le cruzó por su mente, una demasiado extraña y jamás antes pensada por él.

El Distrito Zero

¿Cómo sería aquel lugar? Tenía toda clase de información sobre los experimentos y de como se llevaban a cabo ¿Qué había de ese lugar... ? Realmente no tenía idea, pero si sabía el como llegar.

Emprendió marcha hacia el alcantarillado, tenía un mapa en su celular que le fue enviado por uno de sus trabajadores que al estar curioseando se vio envuelto en un gran lío del cual Zack tuvo que sacarlo como el jefe que era. Le costó un poco, y hasta tuvo que utilizar un poco de su estatus para lograrlo, por lo que a su empleado a decir verdad no le fue fácil el ser perdonado por él, lo único que calmó su molestia, fueron las indicaciones que el le dio para acceder a un área llamada "Distrito Zero". Obviamente envió a investigar antes, enterándose de las prácticas que se llevaban ahí abajo. Supongo que conociendo el peligro que ahí se vivía, el pelinegro se encontraba de ese extraño humor de querer, en cierto modo, vivir algo extremo al punto de hasta quizá salir lastimado.

Se aventuró siguiendo las indicaciones que tenía en su mapa y no le costó mucho dar con el lugar. Estando una vez en el subterráneo pudo ver en su máximo esplendo aquella área, los informes no mentían, era increíble, aunque no de la mejor forma.

Se oían los típicos sonidos de la existencia de problemas. Tenía la intención de ir a curiosear y estaba en camino a eso cuando en su camino se topó con lo inesperado: un militar. Su riña no duró absolutamente nada, Zack se sorprendió de la inutilidad de los guardias de la zona, demasiado débiles y lentos, aunque viendo lo que podría venir prontamente, fue lo mejor que le pudo haber pasado. Tomó al uniformado y le quitó sus ropajes para hacerse pasar como uno, y aprovechó eso para explorar calmadamente mientras veía correr de aquí para allá a muchos otros que vestían el mismo uniforme que él.

Relajado. Esa era la palabra que lo describía en ese momento, sólo le faltaba ponerse a silbar para despertar la sospecha entre quienes corrían desesperados por lo que Zack no entendía sucedía. Cada vez se alejaba más de todo el alboroto, de hecho, llegó a un área donde un cartel de "peligro" estaba colgado entre dos pilares, no le importó y hasta se emocionó caminando lentamente por la zona. No veía nada, se sentía cada vez más aburrido en su caminata por el supuesto peligro que podía acechar, cuando una voz joven y masculina llamó su atención. "¿Qué hace un niño aquí?" pensó, la voz sonaba de alguien menor que él y todo aquel que lo fuera era un niño según su forma de pensar, aunque claro, no lo hacía notar por tanto silencio y misterio en su persona. Poco a poco iba acercándose más al origen de aquella voz, y no fue más su sorpresa al encontrarse con un puberto pelirrojo, que además de todo aquello estaba malherido y en una jaula.

-Hey...- llamó su atención -¿Qué haces aquí y por qué hay tanto alboroto?- preguntó tranquilo, acortando al distancia que había entre él y la jaula. -No tienes orejas ni nada parecido.... ¿Te has metido en el alcantarillado y los guardias te pillaron?- sonrió un poco, trataba de ser amable, suponía que el chico no estaba de mucho humor, pero el pelinegro sí que lo estaba, aquella área resultó ser más interesante de lo que imaginaba.

Trato de volver a cerrar los ojos otra vez para ver si podía dormirse luego y dejar de pensar en comida pero fue interrumpido por una voz extraña nunca la había oído no era ningún guardia que el conociera, giro su cabeza para ver de quien se trataba, abrió los ojos sorprendido ante el hombre que estaba del otro lado de la reja, se puso de pie automáticamente, su cuerpo se tenso solo al percibir el aroma de joven, ignoro por completo cada una de las preguntas que este le hizo.

Retrocedió sintiendo se indefenso frente a la presencia del pelinegro, no entendía como un simple humano podía hacerlo sentir miedo, pero el no era ningún miedoso y no se dejaría intimidar por un humano o eso creía que el sujeto era.

- Que no viste el letrero a la entrada? - pregunto mirándolo fijamente a los ojos azules que este poseía, había visto personas hermosas muchas con las que quiso tener algo pero todas desaparecían por temor a ser asesinados nadie quería acercarse al dragón, por eso lo mantenían aislado.

- Soy peligroso es mejor que te vayas - dijo dándole la espalda para volver a recostarse en su cama. se quedo acostado de espalda ya no le dolía tanto pero cuando se fue a recostar su rostro reflejo el dolor que sintió ante una de las heridas que volvía a abrirse y sangraba nuevamente, paso su mano por ella para evitar que la sangre violeta siguiera saliendo.

- mierda -susurro viendo como la sangre manchaba los únicos pantalones limpios que tenia.

-Seh...- respondió como si no le importara, su tono podría hacer molestar a cualquiera, pero no fue de adrede, si no que sencillamente tenía una importancia mínima para él, no como todos los problemas que habían en la oficina, en esos tenía que ser realmente severo y serio.

-Yo no veo nada de peligroso en un....- no sabía si debía decirlo o no, dudó unos segundos. -Chiquillo como tu, en especial malherido- comentó posado frente a la jaula del menor.

Observó cada movimiento que éste daba, notando que realmente apenas se movía y probablemente no lo haría después de todo lo que hizo para recostarse. En cierto modo le provocó algo de gracia, notó que el chico se estaba haciendo el fuerte como el solía hacerlo cuando tenía su edad y se metía en problemas cuando nadie que le reconociera le estuviera mirando. Esperó pacientemente a que el otro se quedara quieto para recién intentar entrar a la jaula; tuvo la suerte en notar camino hacia el "área de peligro" que al militar que terminó por dejar fuera de batalla era alguien importante..., alguien que tenía acceso a todas las jaulas y probablemente casas que vio hace un par de horas atrás en el distrito. Entró tranquilamente, caminando de manera lenta como para evitar hacer ruido y que el pelirrojo siguiera preocupado de sus heridas en vez de su presencia, y una vez estuvo cerca de él volvió a hablar. -¿Cuál es tu nombre?- preguntó con voz seria e imponente, suponiendo que con la personalidad que demostró el otro, sería difícil que diera algo de información y ese tono realmente invitaba a cualquiera a decir la verdad.

Mientras seguía preocupado de su herida no se percato de que el pelinegro había entrado, tan inmerso en sus movimientos de curar su herida que el solo hecho de que el joven le hablara lo hizo saltar de la impresión, lo miro sorprendido, trago saliva con dificultad se había asustado y eso no había ocurrido hace mucho.

Se puso de pie como pudo y se alejo unos paso del hombre, apretó su mandíbula mordiendo su labio inferior, esta reprimiendo su parte dragón que luchaba por salir para defenderse, pero ya era demasiado tarde sus ojos ya habían cambiado sus pupilas se alargaron y varias escamas comenzaron aparecer en su rostro y su piel a dar brillos rojo.

- Eso no te importa - rugio exhalando el aire caliente que salia por su boca y nariz, como era posible que esto pasara no dejaba de cuestionarse el porque de la situación.

Lo miro intensamente estaba a la mitad de su transformación si al hombre se le ocurría hacer algún otro movimiento no dudaría en completarla, pero lo que no entendía era el por que le estaba dando una oportunidad, varios guardias habían intentado acercarcele para quien sabe que cosa, pero ninguno había llegado tan lejos.

- No eres de aquí cierto, como entraste -pregunto seriamente con la voz mas grave producto de la transformación.

Examinaba con detenimiento al chico, no entendía que le pasaba, no le había hecho nada y estaba comportándose de una manera muy extraña.

-Puede que sea cierto lo que dices...- comentó poniéndose las manos en los bolsillos, manteniéndose en el lugar para seguir observando. -Pero si me interesa- dijo de forma algo divertida de que el otro fuera tan terco pese a su estado.

Por un segundo sintió una especie de escalofrío recorerle el cuerpo, no de miedo, si no de impresión ante la mirada del otro, aunque aquella ni siquiera fue lo suficientemente fuerte como para hacerle sentir algo más que incomodidad a Zack.

-Bingo~- caminó unos pasos hacia su izquierda para darle la espalda al otro, no valía la pena hablar con el pelirrojo si se iba a poner así, con esa mirada y ese tono tan extraño. -Manejo mucha información, nada más...- respondió pasándose una mano por el cuello y girando un poco su cabeza para mirarle de soslayo, y de la misma forma que el menor había tratado anteriormente, de forma intensa y misteriosa, la cual solo hizo por saber que planeaba el otro.

-Mi nombre es Zack...- quitó su mirada del chico para dirigirla al techo del lugar, aún con la mano en el cuello, se notaba relajado ya que tenía deseos de saber del otro, en especial de saber que hacía en aquel distrito y con esa apariencia humana.

OFF:

Cuando el hombre le dijo su nombre su cuerpo se relajo un poco su proceso de trasformación se detuvo, no lo perdió de vista en ningún momento, siguió con la mirada los movimientos que Zack realizaba sin perderse detalle alguno.

- soy.... Liam - dijo sentándose en la cama - un experimento - agrego unos segundos después.

Se sentía extraño este tipo de conversación no la había tenido con nadie desde que sucedió lo de la guerra, y fue encerrado ahora incluso los guardias y el resto de los experimentos tratan de evitarlo, pero aun así era agradable poder conversar con alguien, sin querer matarlo a la primera.

- como fue que llegaste hasta aqui? - pregunto a Zack, bajando su mirada hasta el suelo.

Es bastante raro por lo que había oído, un experimento intento escapar pero no lo logro, lo atraparon y quien sabe que cosa paso con el.
Se paso la mano por el cabello rojizo desordenandolo, estaba incomodo con la presencia del hombre, su olor no parecía el de un humano común y corriente, levanto la vista del suelo para mirarlo fijándose en esos cabellos negros y esos ojos azules que no había visto antes.

trago saliva ruidosamente - en que coño estoy pensando!!! -se dijo golpeando su cabeza.

-Un gusto Liam- saludó amablemente, no reparó sobre que era un experimento, no lo procesó de inmediato y cuando ya lo hubo hecho, se sobresaltó un poco. -¡¿Un experimento?!- exclamó sorprendido. -¿Qué eres?- ahora su tono había cambiado a uno de incredulidad además de curiosidad, se estaba haciendo notar que la mafia no estaba 100% informada en cuanto a la experimentación genética.

-Por las alcantarillas... esto es un subterráneo ¿Qué otra forma hay de llegar si no eres parte del centro de investigaciones?- sonrió un poco por la poca imaginación por parte del otro. El chico en cierto modo le parecía interesante ¿Cómo era capaz de llamarse a si mismo experimento sin que nada lo delatase como uno? Bastante interesante, tal vez no era un experimento animal, si no que algo así como genética humana reforzada, típico de la idea de crear un super soldado y esas cosas. Al parecer Zack disfrutaba el sacar conclusiones sin siquiera preguntar, algo apresurado de su parte, pero era mejor descubrir las cosas ¿No?

-Y bien Liam.... ¿Algo que informar o contar?- preguntó repentinamente en ese silencio que se había formado tras un momento en que ambos se dedicaron a examinarse el uno a otro, como tratando de entenderse simplemente por la mirada, aunque claro, el pelirrojo se comportaba gracioso por lo que el mayor siempre trataba de controlar la risa mientras lo examinaba intentando comprender de qué clase de ser se trataba.

No pudo evitar soltar una risitia cuando lo escucho asombrarse sobre lo que el le dijo y mas aun preguntar que cosa era, no pudo evitar no sonreir.
- Eso no te lo voy a decir tendrás que averiguarlo tu sólito - dijo en tono infantil cruzando sus brazos sobre su pecho.

Aun no entendía como era que Zack había llegado hasta ese lugar, pero por lo que el decía no se veía tan complicado salir, no es que intentara escapar, aqui tenia comida por montones, quizás afuera no habría comida y eso era lo que mas le importaba bueno aparte de mantenerse con vida cuando era llevado a pelear.

- Algo que contar mmmm ...- dijo poniendo una de sus manos en su mentón de forma pensativa, tratando de concentrarse en algo pero como no encontró nada solo se encogió de hombros - Pues no, que quieres saber, tu pregunta y yo veo que es lo que se y lo que no - comento concentrado en una herida que comenzaba a cerrarse, sin prestar atencion a Zack.

-Intentando parecer interesante en medio de una jaula...- rió por lo bajo Zack, tapándose la boca para que el otro no se sintiera ofendido ante su pensamiento que debió de haberse quedado como eso, como un pensamiento.

Siguió rodeando la jaula, a manera de comprenderla de mejor manera y poder desenvolverse mejor en ella si llegase a ser necesario; Zack era descuidado, pero no tanto como para dejar pasar el hecho de poder conocer terreno en casos de emergencia, después de todo estaba con un experimento que poseía un humor bastante especial y que además desconocía.

En los ojos del pelinegro se reflejaba la risa contenida al ver lo expresivo que era el otro, pese a toda su condición éste parecía simpático, así que se concentraba en examinarlo y oírle bien. -Mmm.... ya que das esa posibilidad ¿De que fueron esas heridas?- preguntó curioso, esperando a que Liam fuese lo suficientemente sincero como para responder esa simple pregunta, aunque según los cálculos de Zack, era bastante probable que el chico no las respondiera, porque cabía la posibilidad de que eso tuviera que ver con su condición de experimento.

- Mis heridas, fueron hechas peleando - dijo respondiendo a la pregunta del pelinegro, levanto la vista para ver que era lo que hacia, parecía que se daba vueltas por el lugar y eso le causo risa.

- Si sigues así vas a terminar de hacer un hoyo en el suelo -dijo sonriendo,
se había acostumbrado a medias a la presencia de Zack pero aun no se le quitaba esa extraña sensación que le erizaba los pelitos de los brazos y nuca.

Fue hasta un mueble pequeñito que tenia en una esquina el único aparte de su cama, y saco gasa, algodón y un poco de alcohol desinfectante, volvió a su cama y vertió un poco del alcohol en una mota de algodón y comenzó a pasarla por una de las heridas que se veía mas profunda sobre su abdomen, aunque su cuerpo se curara solo y no quedaran cicatrices era mejor estar prevenido.

- Solo haz venido a mirar? - pregunto con un deje de molestia - Por allá hay muchas mascotas domesticas - dijo apuntado por el pasillo hacia la derecha - Y por el otro lado los salvajes, y aquí yo alejado del resto - comentó mirando a Zack sin perderse detalle de lo que el otro hacia.

-Lo dudo- respondió al comentario de Liam. -No necesito darme tantas vueltas- le sonrió en respuesta, ciertamente le hizo un poco de gracia el comentario.

Le sorprendió que el pelirrojo se aplicara primeros auxilios el solo, ya que viendo la ubicación y profundidad de sus heridas, al parecer de Zack, era necesario la ayuda de cualquiera además de que el dolor que debería de sentir le haría detener su aplicación por reacción. -Supongo...- le respondió fríamente debido al tono del otro. -¿No quieres que te ayude?- dijo acercándose a ver de que clase de herida se trataba. A simple vista parecía un rasguño... de un felino bastante grande... si no era eso no quedaba otra opción que un cuchillo o hasta una espada ¿Cómo fue que se terminó por meter en una pelea como esa, en un lugar como este? Era todo un misterio este ser que se le presentaba enfrente. -Y por cierto... no me interesa ver seres de ese tipo, he conocido a algunos.. y éstos se han vuelto... lujuriosos y caprichosos si he de ser sincero, los de la élite son demasiado extraños... ¿Lo sabías?- comentó despreocupada mente cerca del otro, después de todo se estaba sincerando. -Sigo queriendo entender por qué estas tan alejado de los demás...- se sentó a un lado de la cama, dándole la espalda y esperando a que aceptara la cercanía del pelinegro.

Entre tanto ambos conversaban. habían olvidado que afuera las cosas estaban algo exaltadas, de hecho, los sonidos de alarmas y pasos eran bastante obvios, pero al parecer se ignoraron al momento en que ambos se encontraron, lo cual fue bastante cautivador para Zack, después de todo no todo el tiempo puedes hacer conexiones así con las personas, menos con los experimentos que suelen ser casi juguetes sexuales que ellos mismos admiten por el solo hecho de no comprender su creación. Prontamente se sintió como unos pasos apresurados se acercaban al lugar, a lo que el mayor los sintió y se puso de pie inmediatamente, acercándose un poco a la única puerta que servía de entrada a la jaula.

-¡¿Quién eres tú?! ¡Tu no eres de por aquí! ¿Cierto?- se dejó ver un guardia armado y apuntando dentro de la jaula, se notaba asustado, pero ¿De qué? se preguntaba Zack y encima de pensar en como se dio cuenta de que él no era de ahí. -Nada de tu incumbencia...- respondió desinteresado, se notaba que aquel militar era un cobarde que tuvo la mala suerte de ser enviado a ese lugar, todo su cuerpo expresaba cuanto detestaba ser él el enviado para los experimentos peligrosos. -¿Por qué simplemente no te vas y dejas de molestar? Después de todo tienes miedo...- comentó el pelinegro despectivamente. -¡¿Qué te has creído?!- nuevamente ese tonito que hacía que Zack tuviera los nervios de punta, si tenía tanto miedo ¿Por qué simplemente no huía como la gallina que era? En cuanto éste le dio la espalda, se sintió un disparo, que no se supo se trataba de la pésima puntería del militar o de la suerte del otro, que le rozó solamente la punta de uno de sus cabellos.

Sintió cuando Zack comenzó acercarse, no le presto importancia hasta cuando se ofreció ayudarlo, lo observo sorprendido - no gracias estoy bien así - contesto sonriendo mientras continuaba con lo que hacia.
Pero lo que no entendía aún, era por que esa persona seguía con el en esa celda que había de interesante en ese lugar. No estaba interesado en otros experimentos pero lo que dijo de ellos lo hizo sonreír, tenia mucha razón muchos de ellos eran creados con fines sexuales.

- No todos somos creados para ser usados como objetos sexuales - dijo prestandole atención nuevamente al pelinegro.

Luego de unos minutos en silencio se dispuso a responder la ultima pregunta que Zack le hizo - aam bueno yo soy un Dra...... - pero no alcanzo a terminar la frase cuando escucho la voz de uno de los soldados, nunca había venido uno asi y menos con esa facha por ende tampoco lo conocía pero lo recordaba, lo había visto en la arena abusando de uno de los experimentos que estaba herido, sintió tanta repulsión que se giro haciendo oídos sordos a lo que este hablaba con Zack.

Fue hasta el mueble de la esquina y guardo las cosas que había sacando anteriormente, se encontraba agachado cuando escucho el disparo, que lo hizo ponerse de pie de inmediato miro al soldado de forma asesina no se demoro nada en trasformarse y echar la reja abajo, rugio tan fuerte que el hombre cayo al suelo, el soldado que lo miraba con los ojos desorbitados comenzó a dispararle pero las balas no lograban herirlo solo le dejaban pequeños rasguños.

- No por favor ayúdame!!! - gritaba el hombre en dirección a Zack

Liam presiono al hombre con su pata derecha aplastandolo contra el cemento del suelo - te mereces la peor de las muertes - rugió, y acto seguido escupió fuego por su boca calcinando al soldado.

se giro hacia Zack con la cabeza agacha, quería ver esos ojos azules pero tenia miedo de que la única persona con la que habia podido tener una conversación dentro de ese lugar, lo discriminara por ser un asesino.

Zack no podía sentirse más molesto, sino hubiese sido Liam quien arremetió primero contra el tercero, el pelinegro sería el que estaría en su lugar ahora.

Hizo oídos sordos ante las súplicas del otro, después de todo él mismo había sido el culpable de su propia miseria al no obedecer sus instintos más básicos y animales: huir.

Entre tanto Zack observaba fascinado al dragón, no podía creer que existieran, de hecho, estaba tan poco convencido de lo que veía que buscó al pelirrojo por toda la jaula y cuando en definitiva no le encontró, pudo creer la razón de que existiera un cartel de "peligro" para esta zona, además de que él estuviera aislado.

-Whoaaaaah...- fue lo su única reacción debido a lo asombrado que se encontraba. Sus ojos lo denotaban y su postura estaba estática, aunque pese a todo no estaba asustado para nada, la mejor palabra que describía su estado ahora, era maravillado. Morir asesinado por un dragón sería la muerte más épica que podría conseguir, imaginar y haber deseado en toda su vida.

Tras unos segundos de examinarlo, se acercó a paso rápido hacia éste y con una enorme sonrisa similar a la de un niño en navidad comenzó a acariciar la piel de éste. -Fascinante- comentó aún con esa sonrisa. Mientras seguía acariciando el lomo del dragón, notó lo expresivo que estaba siendo, a lo que un leve sonrojo, casi imperceptible de vergüenza apareció en sus mejillas; carraspeó y rápidamente volvió a su compostura, demasiadas expresiones por el día. -Uhm...- se quedó ordenando su traje para después volver al mirada a los ojos del dragón. -¿Liam?- preguntó, aunque ciertamente controlando su emoción.

Vio como Zack se acercaba en vez de huir que seria los mas obvio después de ver como había matado a un soldado, pero por lo que había visto zack no era para nada normal, se tenso cuando comenzó acariciar su piel, aun que la piel de dragón fuera dura a Zack aprecia no importarle.

Noto lo feliz que estaba Zack todo su cuerpo lo delataba, pero no entendía por que tanta alegría al ver a un dragón, esta claro que no tendrían que existir, el mismo no entendía como habían echo para revivir el ADN de semejante animal y que su cuerpo lo aceptara, tenia entendido que solo unos pocos humanos sometidos al ADN de dragón habían sobrevivido.

Cuando escucho su nombre levanto la cabeza y lo miro a las ojos, se sorprendió al notar un deje de emoción en los ojos celestes de Zack, miro hacia la entrada a la zona de peligro por donde había venido el soldado y como no escucho nada, cerro los ojos y volvió a su forma humana.

- Zack?...- pregunto tapándose con las manos su entrepierna, eso era lo único malo que había con ser dragón, la ropa no duraba nada.

-Así que eras un dragón...- comentó. No podía creer lo magnifico que era ver uno, sabiendo que nadie en este mundo cree en la existencia de estos seres mitológicos. -Fuiste cruel al no decírmelo antes...- se quejó mirándole algo enojado, claro que no realmente si no que bromeaba aún en esas circunstancias.

Examinó como el dragón volvía a su forma humana, o mejor dicho, como Liam volvía a lo que era en un inicio y terminó por sorprenderse al ver en la condición que quedó. -Woow- se giró rápidamente, después de todo no era su intención violar la privacidad de una persona. -Eh... ten esto- se quitó la chaqueta que llevaba encima. Si a él le quedaba grande con su altura, a Liam le quedaría aún más largo. Se acercó de espaldas hacia el chico y le entregó aquella chaqueta de militar. -Si me acompañas hacia las cañerias podría conseguirte otra cosa....- dijo aún de espaldas, esperando la respuesta del otro y claro, también que hubiese comprendido el que quería sacarlo de ahí y llevárselo al distrito 5

Con la cabeza agacha y muy sonrojado acepto la chaqueta que Zack le prestaba eso era mejor que andar desnudo, además ya ni ropa le quedaba después de no habérsela sacado para transformarse, cosa que hacia cada vez que lo sacaban a pelear.

- Gracias....- fue lo único que pudo decir, se la puso y la abrochó hasta llegar al cuello. Lo miró por primera vez desde que se había trasformado, aunque éste claro se mantenía de espalda, extrañado por lo que dijo ¿Cómo que acompañarlo? No podía salir de aquí o al menos eso era lo que le habían hecho creer.

-¿Estás pensando en llevarme contigo?- preguntó dudoso, no quería quedarse en ese lugar solo y menos con haberle conocido a él, se había encariñado y en tan solo unos minutos, pero a la vez tenia miedo de lo que pudiera haber allá afuera, no recordaba como era, tampoco como iba a sobrevivir.

- No lo sé Zack, no quiero traerte problemas......- dijo aunque en realidad eso no era lo que quería decir, más bien lo que encontraba correcto era no complicar la vida de Zack, pero su corazón gritaba por escapar de su encierro y conocer otro tipo de vida.

-Sí- respondió con tono alegre y una pequeña sonrisa dirigida a él. -¿No quieres?- cambió su semblante a uno de confusión y preocupación, tenía interés en llevarlo con él, pero tampoco deseaba forzarlo a nada.

-¿Problemas?- dio una carcajada ahogada por aguantarse. -Tu podrías traer paz, mi vida es un problema en sí- bromeó, ese chico sabía ponerlo de buen humor y eso que solo se conocían ¿Cuánto? ¿Sólo una hora? Es increíble como las personas pueden hacer conexiones, aunque Zack nunca antes había sentido una así.

-Anda vamos... no me hagas cargarte como a una princesa- rió nuevamente, esperaba que de verdad aceptara y si era necesario poner la mejor de sus sonrisas, la haría solo por él, aunque odiase hacerlo.

Trago saliva al escuchar la respuesta de Zack, se mostraba nervioso, sabia para que eran llevados los experimentos cuando eran comprados, pero no creía que este fuera el caso, aun así estaba feliz aunque solo se notara su nerviosismo.

Abrió los ojos sorprendido al escuchar la palabra princesa - Como que princesa no ves que soy el dragón que la tiene prisionera - dijo Liam soltando una risa, Por primera vez lograba reír con tanta naturalidad, comenzó a caminar adelantando a Zack pero se detuvo a centímetros de haberlo pasado, se giro y lo miro sonriendo.

- Y bien por donde es? - pregunto usando un tono infantil y un leve sonrojo en las mejillas.

Se había propuesto ir adelante pero como no conocía el camino que el pelinegro había usado para llegar a las celdas, solo lo siguió el resto del camino sin despejarse de su lado, cada vez que daba un paso lejos de sus celda sentía que su corazón se aliviaba pero también crecía su nerviosismo.

Soltó una carcajada al escucharlo, por más que quisiese creerle eso de que él era quien vigilaba a la princesa, le parecia poco improbable ¿Acaso no existía un cuento donde el dragón fuese el prisionero? Si uno reflexionaba acerca del tema, durante toda la edad media los dragones vivian aislados del resto y eran asesinados por caballeros por el temor que colectivo que provocaban en la sociedad. La historia de Liam no era muy diferente, al parecer no notaba su realidad.

-Sólo siqueme- rió del otro por ir adelante sin conocer la dirección Pasaron por lugares donde Zack había visto un montón de militares correr, ahora vacios. Caminaron un tanto más y se encontraron con los ropajes anteriores del pelinegro. -Ten usa esto, te sentará mejor que solo una chaqueta y andar semidesnudo ¿Verdad?-.

Tras esa pequeña pausa continuaron su camino y prontamente se hayaron frente a unas pequeñas puertas que estaban semi-cerradas al punto de que no fuera notorio, después de todo el chico era precavido y debía de volver de manera segura tanto para él como para todos los demás afuera.Esas eran las supuestas alcantarillas de las que habló anteriormente, aunque mas parecían puertas blindadas escondidas tras una enorme vegetación que las hacía invisible a cualquier experimento.

Caminó el resto del camino a su lado, hasta llegar a un lugar donde habían unas ropas, Zack se las entregó para que se las pusiera y así lo hizo aunque le quedaban un poco grandes, pero era mejor que andar solo con una chaqueta sin nada de ropa interior.

-Gracias Zack- fue lo único que pudo decir cuando termino de vestirse y arreglarse bien la ropa, a pesar de que ya sabia de sus gustos sexuales no se había dado cuenta hasta ahora que Zack era muy de su tipo. Él no se veía como los demás, demasiado pulcro como para irse por ese lado en el que el pelirrojo vivía.

Se detuvo unos metros cuando divisó la salida, ya no estaba tan seguro de salir de ahí, quería ir con Zack, pero sentía que si se iba con él, sus sentimientos crecerían ya no serian de simple amistad como lo era ahora; irían en aumento y terminaría siendo difícil ocultarlos.

-Zack a...mm .... no creo que sea capaz de vivir allá afuera.. ¿Dónde voy a vivir?- preguntó un poco nervioso.

-No hay de qué- le dio la espalda para comenzar a abrir la puerta. Ciertamente se veía pesada para un humano normal, pero misteriosamente Zack no tenía problema alguno con moverla, parecía la puerta de su oficina casi.

Se giró violentamente al escuchar las palabras del dragón, si no rió fue por respeto al otro. -Puedes trabajar para mi- le sonrió amablemente. -Lo cual significaría que tendrías un techo bajo el cual vivir, claro que tienes que especificar donde desearás vivir... hay muchos departamentos en mi edificio, lo más probable es que haya uno que sea de tu agrado...-empezó a hablar terminando por divagar en cosas irrelevantes. -Y bien... ¿Nos vamos?- le mostró la puerta abierta invitándole a pasar. -El mundo allá afuera tal vez no es lo que imagines, pero después de todo si puede llegar a ser interesante- aún esperaba que el pelirrojo aceptara su invitación, a lo que extendió su mano para terminar de convencerlo.

"Trabajar para el" Solo logro escuchar esas palabras el resto le entro por un oído para salir por el otro, pero lo de escoger un apartamento eso estaba raro Liam había vivido toda su vida casi encerrado y no sabia lo que era un apartamento o lo había olvidado varios de sus recuerdos se perdieron con la mutación.

- Si vamos - asintió retomando la marcha, ahora un poco mas tranquilo y feliz al ver la mano que le ofrecía Zack, no dudo ni un segundo en tomarla y caminar a su lado sin borrar la sonrisa del rostro y el leve sonrojo que apareció en sus mejillas.

Cuando cruzo la puerta pensó que ya vería el cielo pero se dio cuenta de que todavía les quedaba mucho y eso lo impacientaba más, quería ver el cielo azul y el sol otra vez sentir el aire fresco y mejor aun podría volar sobre ese aire, se le erizaron los bellos de los brazos con tan solo imaginar la sensación que sentiría al volar a fuera.

- Cuanto falta Zack?..... podemos caminar mas aprisa ? - pregunto muy rápido y casi enredándonos con las palabras, cosa que lo hizo reír y cubrirse la boca con la mano libre.
- Perdón -dijo al fin apretando la mano de Zack .

El mayor solo sonrió ante la aceptación del otro, lo había conseguido y el chico se veía alegre, eso lo satisfacía de momento y ahora tendría una buena compañía para el futuro.

-Tranquilo Liam- le miró de soslayo. -Son unos cuantos varios metros... y después salir de no.6 para llegar a no.5....- es sólo una pequeña travesía, pero se hará corta no te preocupes- volvió a sonreír.

-Si te cansas me dices, puedo llevarte- comentó apurando el paso al ver lo impaciente que estaba el pelirrojo. Todavía tenía dibujada en el rostro una sonrisa por las reacciones de éste, le parecían adorables en cierto punto, nunca antes había conocido a alguien así o al menos en esos momentos no lo recordaba.

Pasó el rato y ya estaban fuera de los alcantarillados, y se podía ver en los alrededores un vacío que podría asustar a cualquiera, pero lo más probable es que eso emocionara al dragón, debido a que por fin se podía ver el cielo. Le permitió el quedarse unos minutos para que lo apreciara, y tras eso, se acercó a su auto para emprender marcha a casa.