Silver Garden! priv. Alphonse

Se sorprendió ligeramente por las palabras del otro y le miró fijamente con una sonrisa. –No, espera un segundo…- aquellas palabras las dijo lento y calmado, mientras se sentaba al borde de la cama y sonreía un poco, sin saber por qué. -¿Qué cosa habías dicho? “Es algo que decidimos los dos” ¿No? –Desviando ligeramente la mirada hasta un punto fijo se sonrojo leve- Además, no me obligaste a nada, yo lo deseaba… Te deseaba -volviéndole la vista se acercó a su cuerpo pasó su mano por el cabello contrario enredando sus dedos- Te deseo… -su voz le tembló por lo último que dijo y depositó un pequeño beso en los labios contrarios- ¿Por qué Gin? –llevó su frente hasta el hombro contrario y cerró sus ojos levemente, mientras le rodeaba el cuello con sus manos, se sentía tan vulnerable que se sentía extraño.- ¿Qué tienes? ¿Qué me hiciste? … -Se mordió el labio tratando de procesar, ahora sí, pensar después de actuar.

¿Había escuchado que el mayor le había dicho que era su primera vez con un hombre? Ladeó la cabeza pensando cómo sería posible, pero en el fondo se sintió algo feliz. -¿De verdad nunca?... –Preguntó casi por inercia y luego negó suave- No importa, igual supiste como hacerme sentir bien.- Le comentó sonriéndole pícaro, mientras le miraba directamente a los hermosos ojos dorados que poseía Gin. Se estremeció por pensar de esa forma sobre él, de verdad se había olvidado de todo lo que antes le importaba y ahora sólo trataba de descubrir por qué su cuerpo había reaccionado de esa forma con él contrario.

Agarrando la mano del mayor que estaba con su esencia, ruborizado, la agarró y le lamió los dedos lascivamente, limpiando los rastros con cautela y deseoso. Se arrimó al cuerpo del otro, mientras entrelazaba sus dedos con la mano ajena. –Quiero que me lleves, pero sólo por capricho. P-Puedo caminar, pero… deseo que me cargues. –Le miró con una sonrisa traviesa y rubor leve, desviando la vista.

Aun así, por dentro la oración que pronunció Gin, quizás sólo porque debía, le quedó rondando en la cabeza. “No vuelvas a vender tu cuerpo nunca más”… Trató de hacerse el indiferente en cuanto a eso, no podía creer lo que había escuchado o simplemente no podía ver su vida de otra manera. ¿Qué sería de él si no lo hacía? Bueno, así podría hacer muchas cosas, pero se le haría difícil cambiar su vida de un momento a otro. Por eso había decidido ignorar lo que le dijo y seguir en la agradable escena con el mayor, dejándose en volver por las buenas sensaciones que le hacía sentir el otro, deseando con todas su fuerzas no volver a la realidad.

Sonrió cuando Alphonse se acerco a el y le dijo que lo llevara en brazos, vaya que era consentido pensó acercándolo a el, tomo el kimono azul que había dejado sobre la cama y se lo puso a Alphonse en los hombros - bien vamos - dijo tomándolo en brazos y saliendo la habitación, cruzaron la sala hasta llegar al baño que estaba del otro lado, - eres bastante liviano estas seguro que te alimentabas como se debia? - pregunto curiosos. Ahora que lo pensaba quizás era por que el no tenia la misma fuerza que un humano normal y por eso sentía que las cosas le eran mas livianas y debió haber sido así con Alphonse.

Al entrar al baño dejo al menor en el suelo sobre una alfombra para que no sintiera el suelo helado y se acerco a la ducha para abrirla y dejar que el agua corriera y se calentara, se giro para mirar al pelinegro y le sonrió, ya había perdido ese miedo a estar con alguien mas y fue sorprendente lo rapido que se adapto a Alphonse a quien solo conocía de horas atrás y bueno varias cosas que pasaron entre medio, coloco la mano bajo el agua que caía de la regadera - ya esta tibia quieres entrar primero? - pregunto dudoso aunque el tenia otra idea de hacer mas divertido ese momento, por lo que no espero a que el menor respondiera lo tomo de la muñeca y tiro de el para que entraran juntos a la ducha.

- Ops!! no te quitaste el kimono - dijo cuando este ya estaba empapado por lo que el mismo se acerco a Alphonse y se lo quito dejándolo nuevamente desnudo - bueno así estamos iguales - dijo riéndose de la situación.

Observo los ojos de Alphonse, perdiéndose en ellos, recordó el momento en que lo vio en el bosque tan desvalido y solo, por lo que no pudo evitar abrazarlo y acariciarle el cabello, tomo el shampoo que estaba a un lado y dejo caer un poco de este en el cabello ajeno - voy a lavarte - dijo sonriendo ladino, había descubierto una nueva faceta de el mismo que no le desagradaba, pero lo ponía nervioso por no saber hasta que punto podria ser capaz de llegar.

Se aferró del cuello del mayor cuando era cargado y hundió su cabeza entre el hombro y el cuello, asegurándose de no caer. Pasó lentamente la punta de su nariz por el cuello del otro y cerró los ojos, su cuerpo en sí no era problema, pero qué bien se sentía ser cargado por Gin. Sí, era verdad sólo era un capricho, quería que le cargara y lo logró. –Sí me alimento, lo que pasa es que tú eres bastante fuerte, quizás.- Le murmuró mientras bajaba una mano y le acariciaba los hombros y el brazo derecho. –Eres el Hércules del hotel… -rió divertido mientras le plantaba besitos por el cuello y el rostro.

Era de noche, quizás la madrugada ya les pisaba los pies, pero aun así decidió que la idea del baño era algo bastante necesario. Cuando entraron al baño, se sorprendió al ser puesto en la alfombra y observó paciente al otro mientras preparaba la ducha. Se sonrojó instantáneamente cuando se dio cuenta que se bañarían juntos y se estremeció leve. “Que malo era el lobo”, pensó para sí mordiendo su labio inferior. Sabiendo lo mucho que le deseaba tendría que calmar sus hormonas al verle desnudo junto a él, que desdicha.
Cuando alzó la vista para poder responder su pregunta, se sorprendió de sobremanera cuando se vio dentro de la ducha empapado con kimono y todo. -Oh… Este juego se podía jugar de dos…- Le dijo alzando una ceja, mientras bajaba la vista y miraba el hermoso kimono empapado sin poder evitar reír- Eres malo… -le hizo un leve puchero y se dejó desnudar por el otro, sintiéndose otra vez vulnerable.

Estaban tan cerca el uno al otro y por su cuerpo el agua caía, alivianándole un poco el calor corporal, Gin estaba con él dentro de la ducha, desnudos ambos y cerca, terriblemente cerca y era como una tortura. Cuando alzó la vista y se dio cuenta que el otro le miraba fijo, le sonrió y se estremeció por el abrazo de improviso recibió. –Sí que eres malo…- Le susurró sintiendo las manos ajenas lavarle el cabello, sin poder evitar morder su labio inferior, por la exquisita sensación que le hacía sentir esas manos sobre su cabeza.

Observó a Gin unos largos segundos, mientras se dejaba lavar , no podía evitar pensar que no quería que llegara la mañana o quizás, no quería volver a la realidad que le envolvía. En años no se había sentido de la misma forma, se había olvidado lo reconfortante que era ser atendido y no atender. Le bastaba sólo unos minutos para darse cuenta que el corazón del lobo, a pesar de estar ligeramente asustado, era bastante amable y eso terminaba por tranquilizarle. Aunque todavía le perturbara el hecho de desear al mayor trataba de no hacerse mucho la idea, pero claro, Gin no ayudaba en nada, abrazándolo y siendo amable con él… además no podía pensar mucho teniendo semejante cuerpo desnudo cerca de él. ¡Por dios, que dejara de seducirlo o terminaría por rogar más!
-Yo También quiero tocarte…Digo, lavarte… - Dijo de repente; sonriendo travieso y de un momento a otro le tomó las caderas y le besó en los labios. Para luego separarse un poco y agarrar el jabón y comenzar a esparcirlo por el torso del mayor, dibujando diferente figuras por toda la extensión, bajando a veces a su abdomen y subiendo hasta el cuello, rozando las tetillas contrarias, pasando por los brazos y finalmente llevarlas por la espalda. –Ah, eres tan sexy…- Le susurró cerca de los labios y le besó con cierto frenesí.

No pudo evitar sonreír cuando le escucho decir lo malo que era, - por lo menos alguien se da cuenta - susurro mas para si que para el menor, no se perdió ninguna expresión del menor podía sentir como su energía cambiaba a medida que lo tocaba. Le gustaba que se mordiera los labios, lo hacia ver realmente sexy, en ningún momento le aparto la vista se mantuvo firme cuando el menor lo estuvo observando.
Abrió los ojos asombrado por lo que dijo y comenzó a reírse y le levanto el rostro antes de que comenzara a lavarlo - vamos adelante soy todo tuyo - dijo sonriendo, cerro los ojos cuando lo beso y comenzó a jabonarlo, era totalmente diferente la sensación ahora, tan placentera que podría hacerlo de por vida.

Sonrió mantenido los ojos cerrados - no tienes por que decirlo ya lo se - dijo sonriendo, abriendo los ojos de golpe cuando lo comenzó a besar de esa forma, respondió el beso de la misa forma y con la misma fuerza que el menor, le quito de las manos la esponja con la que lo estaba lavando dejándola caer al suelo, empujo a Alphonse contra la pared de la ducha y continuo besándolo - si seguimos no voy a poder parar después - dijo mirando las llaves del agua, quería volver a hacerlo pero no ahora sabia que aunque el menor no se quejara sabia que podía doler si se hacia dos veces seguidas aunque mas bien lo intuía.

Se detuvo haciendo parar también al menor lo alejo de si colocando ambas manos en los hombros sujetándolo contra la pared - no voy a volver hacerlo, así que hasta aquí llegamos - dijo soltándolo y cortando el agua de la ducha, salio de la ducha y se amarro una toalla en la cintura avergonzado de que el menor haya notado que estaba tan excitado como el y que era un esfuerzo muy grande controlarse y mantenerse alejado sin intentar llevarlo a la cama, - ponte esto y vamos a dormir - dijo extendiéndole una toalla para que se secara - voy a estar el la habitación - dijo saliendo y cerrando la puerta.
Al llegar a la habitación saco unos boxer negros y se puso uno el otro lo dejo sobre la cama para que Alphonse se lo pusiera no sabia si le quedaba pero era mejor que no tener nada, observo su cama unos segundos dudando si acostarse en ella o no, así que se acostó en el futòn y cerro los ojos esperando a que llegara Alphonse claro esta después de que su excitación pasara, pero al pensar en el menor parecía que seria imposible de logra - mierda - dijo cubriéndose los ojos con el ante brazo.

Se sobrecogió cuando fue correspondido en el beso y accedió a todas las acciones del mayor, apoyando su espalda en la fría pared de la ducha, removió sus piernas aguantando el deseo que le volvía a nacer en las entrañas, pero se confundió cuando el mayor paró lo que hacían. Sintió que el estómago se le revolvía cuando escuchó a Gin decir “Hasta aquí llegamos” Abrió sus ojos bastante y parpadeo varias veces tratando de comprender la actitud del otro. –Pero… - Balbució y se calló de inmediato recibiendo la toalla entre sus dedos para apegarla a su cuerpo sin ponérsela completamente y ver al otro salir de la habitación sin poder decir nada.

Justo en el momento en el cual vio alejarse sintió algo raro en su pecho y no pudo saber muy bien qué era. ¿Acaso iba a rogarle que se quedara? ¿Por qué? Sintió un ligero dolor de cabeza y luego pasó su mano por su cabello apoyando nuevamente la espalda en la pared, frunció ligeramente los labios, mientras tocaba sus muñecas con cierta sugestión. Algo raro en él fue tratar de que el otro se quedara con él, nunca había pensado o pasado por algo similar. Cada vez que pasaba por eso, no hallaba la hora para que sus acompañantes pararan de una buena vez, pero las cosas se le voltearon de manera drástica. Ahora era él el que deseaba no parar… - Oh, Mierda… nngh…- gimió un poco al darse cuenta de su propia excitación y trató de olvidarse del tema para tratar de controlar su erección. Se colocó la toalla de en la cintura y salió del baño hasta la habitación con la cabeza dándole vueltas.

Cruzó la puerta de la habitación y vio al otro en futon y se paralizó un minuto. Quizás la idea de besarlo en la ducha no fue lo ideal, quizás el lobo se había arrepentido de todo lo que había empezado o simplemente no quería tener nada que ver con una persona como él. En ese minuto se llenó de malas ideas en la cabeza y se dirigió hasta la cama y notó la ropa interior que el otro había dejado encima de la cama. –Que consideración- susurró más para sí que para el otro y los tomó para colocárselos dejando caer la toalla al suelo. Observó los alrededores y se sentó de esa forma en el borde de la cama, tratando de olvidar todo lo malo que había llegado a pensar. A fin de cuentas no podía esperar más, así que sólo dejó que las cosas fluyeran.

-Gracias por permitirme dormir en tu cama…-Pasando su mano por su brazo, la dejó en su hombro tapando un poco su torso por el frío que le dio de repente y miró el techo unos segundos- aunque preferiría que te acostaras a mi lado, para no sentirme tan… -ladeo un poco su cabeza titubeando, pero no pudo terminar la frase. Fijó la vista en el mayor y parpadeó varias veces- perdón. –Sintió expandir un rubor por todo su rostro, no sabía por qué había dicho tal cosa y rápidamente se metió a la cama ocultando su rostro con la almohada, se tapó completo esperando en el fondo que el otro viniera a su lado.

Escucho cada palabra que dijo el menor, pero no quiso moverse o responder, se sentía incomodo y fuera de lugar no sabia como actuar, como decirle que había parado por su bien el tendría que marcharse y para ambos seria doloroso, si llegaba a ocurrir prefería dejarlo como algo pasajero y no seguir encariñándose con el menor, pero el tono que escucho en las palabras de Alphonse se sintieron tristes y preocupadas, cuando se giro para mirar a pelinegro se percato de que este ya se había acostado y tapado por completo, quizás podía solo por esta vez hacer lo que el pedía, así que se puso de pie levanto la ropa de la cama y se metió dentro, acercando su cuerpo hasta pegarse por completo al cuerpo del menor.

- No te disculpes - dijo abrazándolo y acercándolo mas a el - debes estar preocupado o no? - dijo corriendo la ropa de la cama, quería verle la cara, sabia que era el culpable de lo que pasaba con Alphonse pero no podia seguir, quería hacerlo su cuerpo se lo pedía pero no le haría caso, así que se mantuvo abrazándole.

Se mantuvo tranquilo sin moverse unos minutos hasta que se dio cuenta de que ya no podría seguir negando las cosas estaba molesto consigo mismo por no ser capaz de demostrar sus emociones y sentimientos - Alphonse, no quiero que te sientas mal, por como actué en el baño, es mejor para los dos no involucrarnos mas a fin de cuentas cada uno ira por caminos distintos - dijo un poco desanimado por la verdad de sus palabras, - pero solo por esta noche.....- le susurro al oido.
Tomo el rostro del menor y lo beso de forma lenta depositando pequeños besos sobre esos labios suaves.

Su cara ardía con la misma intensidad que lo hacía su pecho cuando sintió al mayor abrazarlo y acostarse a su lado. Se calló mientras le escuchaba y se dejaba acariciar por este. Movió sus manos para corresponder el abrazo y escondió parte de su rostro en el torso contrario. Cerró sus ojos un poco y trató de calmarse, ya no había nada que hacer, supuso que las cosas se habían puesto de cierta forma extrañas y todo estaba muy apresurado, quizás por eso se sentía tan bombardeado con cosas… todo había pasado tan rápido que ni cuenta se había dado. Dio un ligero suspiro para volver así y alzó la vista hasta el rostro ajeno escuchándolo hablar.

Claro, las palabras del otro lo habían ubicado en la situación que se encontraban, eran muy diferentes y tenías destinos muy desiguales… y eso le desanimó un poco, pero no podía hacer nada, había actuado sin pensar y ahora venían los resultados de todo eso. Sintió los pequeños besos sobre sus labios y cerró sus ojos, no quería toparse con los ojos del mayor, si sólo le quedaba la noche para seguir en este lindo cuento, entonces no podía ser más que aprovechar, así que subió sus manos lentamente para rodearle el cuello al otro y le besó profundo largos segundos, para luego esconder su cabeza entre el cuello contrario y volver a abrazarse a él. –Está bien, no es precisamente tan malo, en el fondo sabíamos. –susurró sobre el cuello contrario soltando una pequeña risa, casi inaudible. Cerró con fuerzas sus ojos, quizás las clases de teatro que había tenido cuando pequeño le serviría ahora, debía salir de la vida del lobo. Había pasado esto muchas veces, llegar e irse por la mañana, pero ninguna de esas veces, era tan extraña e inquietante como esta. –No hay nada más que hacer, me aseguraré de irme por la mañana.- Susurró arrastrando las palabras, demostrando una capa de seriedad y profesionalismo, la costumbre tal vez, sabía que de cierta forma le hacía daño al otro, pero su orgullo era lo suficientemente grande para no decir lo que exactamente quería. –Perdón por las molestias, otra vez.- Soltando el abrazo, bajó las manos y se abrazó el mismo desde la cintura, para poder controlar sus manos que aun cosquillaban por el calor que el otro le había dado. Le miró de frente y le sonrió como pudo, le sonrió con mucho cuidado y por un buen rato. –Fue casi como el cuento de la cenicienta, pero con una historia más retorcida y con un final más triste- Susurró mientras subía una de sus manos hasta la mejilla contraria y la besaba lento cerrando sus ojos. –Quizás debería dejar mi zapatilla en tu escalera…- Volvió a musitar mientras trataba de conciliar el sueño con todas sus fuerzas, sin conseguirlo.

No pudo evitar sentirse mal por el menor, pero tampoco era para menos, era la realidad que ambos tendrían que afrontar, trato con todas sus fuerzas de decir algo coherente y preciso para animar al menor pero nada a demás de no dejarlo ir e inventar un montón de tácticas y argumentos pasaban por su cabeza en esos momentos, se sentía igual que esa vez en que le fue dado un pastel por su bienvenida al hotel, tenia esa extraña sensación de poseer ese objeto como propio de no dejarlo ir o entregar celo a nadie era esa misma sensación la que estaba sintiendo en esos precisos momentos.

Intento contenerse lo que mas pudo pero no lo logro y hablo sin poder detenerse sabia que usaría ese mismo tono de voz autoritario que asustaba a todos y no quería eso para el menor - Alphonse se que va a sonar completamente estúpido y contradictorio, pero ..... no quiero que te vayas......... er..es.....- no pudo evitar cerrar la boca por lo dicho y aguantarse lo que seguia.
Tomo de los brazos al menor y lo obligo a mirarlo - desde el momento en el que te cruzaste conmigo supe que nada seria igual tu extraña presencia logro un cambio en mi que incluso yo puedo notar - dijo manteniendo la mirada, acerco al chico mas hacia el y lo beso aumentando el beso haciéndolo cada vez mas apasionado, en un intento de abrazo termino por aprisionar al menor contra su cuerpo - si quieres irte puedes hacerlo al igual que si quieres regresar - dijo sonriendo le y volviendo a besar esos labios tan suaves que le pedían una segunda ronda.

Era imposible para Gin poseer al pelinegro el no era una cosa que se pudiera mantener en un mueble sin moverse no era una muñeca sin vida propia, a pesar de de querer tenerlo cerca no era capaz de obligarlo por lo que le dejaba esas opciones sabia que el chico seguiría con lo suyo con su vida y el con la suya algún día quizás se volverían a encontrar, pero en ese momento solo por ese momento lo abrazaría.
Lo mantuvo preso contra su cuerpo hasta que movió sus manos bajando por la espalda del menor, comenzó a dibujar círculos con sus dedos alrededor de la pequeña espalda de Alphonse hasta que esta se topo un pedazo de tela, sonrió lascivo e introdujo su mano por el bóxer tocando el trasero del pelinegro.

Sin mirarle lo escuchó atento y algo sorprendido, la voz del lobo sonaba extraña y muy acomplejada, sintió un ligero escalofrío recorrerle el cuerpo cuando escuchó lo que el otro quería y no pudo decir nada. Estaba algo anonadado, el otro había dicho lo que quería oír, pero ahora no sabía cómo reaccionar ante eso. No quería al mirar al mayor pero fue obligado hacerlo así que sintiendo las manos del otro sobre sus brazos le miró fijo con una mirada perdida y como si estuviera a punto de llorar. Asintió ligero por las palabras que decía el contrario: -Yo también sentí una ligera… extrañeza. Yo- pronunció bajo pero fue interrumpido por un apasionado beso del mayor que le estremeció el cuerpo completamente, se sintió sin fuerzas y un escalofrío le recorría el cuerpo entero, le correspondió por inercia cerrando los ojos un poco y gimió muy leve sobre los labios contrarios cuando sintió el abrazo. –Yo… yo quiero… -balbuceó con dificultad y cerró sus ojos dejándose besar por el otro... –quiero…- no pudo terminar lo que decía deseaba con cierta desesperación los besos y abrazos del mayor, le besaba con frenesí cada tanto y suspiraba entrecortado por tanto que le deseaba.

¿Qué era lo que realmente quería? Deseaba al lobo, pero tenía miedo, mucho miedo de todo. Se sentía confundido no sabía qué cosa quería y se debatía entre qué cosa deseaba y qué cosa sería lo correcto. ¿Sería correcto que alguien tan amable como el lobo estuviera con alguien tan… impuro? Se retorcía de confusión, pero sabía perfectamente qué cosa quería, lo sabía, pero era tan testarudo como para aceptar qué él sería algo bueno para el mayor… se sentía de cierta forma mal, no quería que el lobo tuviera que quedarse a su lado sólo por compasión.

Sentía las manos del lobo bajarle por la espalda, estremeciéndolo y llenándolo de un deseo que no podía parar, le miró fijo mordiéndose el labio inconscientemente y cerró los ojos dejándose acariciar por el mayor, pero de un momento a otro abrió bastante los ojos y no pudo evitar dejar salir un gemido cuando sintió la mano del otro en su trasero. –G-Gin… ¿Qué? –balbuceó un poco afectado por la mano del otro, posando las manos en el torso contrario, enterró sus dedos con suavidad en ellos sintiendo una ráfaga de sensaciones que le hacían sentir extraño. Se inclinó un poco y le besó en los labios, removió las piernas un poco y sonrojó hasta las orejas. –Yo quiero estar a tu lado… - Le dijo de repente sin pensar lo mucho- Pero… -no terminó la frase, de hecho no quería, así que sólo se dedicó a besarle el rostro dulcemente, esperando con ansias que el mayor siguiera tocándolo.

Sorprendido por las palabras que salieron de la boca del menor no pudo evitar sonreír tontamente, lo beso en la frente sin quitar la sonrisa de sus labios, era extraño estar tan feliz por lo que dijo el menor que no lo podia entender, lo observo notando lo rojo que estaba, completamente rojo - pareces un tomate -dijo tocándole la mejillas, sonrió cerrando los ojos dejándose besar por el menor, estaba muy relajado tanto que sentía que podía repetir esto cada noche, siguió acariciando el trasero de Alphonse pero se detuvo dándose cuenta de lo que en realidad quería hacer, saco su mano y abrazo al pelinegro - Alphonse - susurro al oído del menor para llamar su atención, abrió los ojos y se concentro en los del menor podía sentir como Alphonse quería seguir, pero no podía por mas acostumbrado que estuviera el pelinegro a tener sexo, para Gin era diferente no lo hacia por capricho era una forma de demostrar cuanto quería y necesitaba de el , era como un completo animal quizás se había fijado en el por las hormonas que se desprendían cada vez que sentía el aroma del menor, pero no creía en esas cosas que para el no servían, seria algo así como amor a primera vista, sonrió por pensar en eso y beso al menor.

- Me gustas - soltó de repente sin darse cuenta de lo que había dicho a los segundos después se sonrojo y se giro por completo cambiando de posición se acostó boca arriba, cubriéndose el rostro con las manos, ahora se sentía como una niña enamorada. No quería mirarle era lindo verle a el sonrojado pero no era para nada lindo que el menor se diera cuenta que se había ruborizado por una palabra tan cursi. - aaahgr..- se quejo molesto consigo mismo por decir eso, se había puesto nervioso por que tampoco sabia lo que pensaría Alphonse al respecto.

Spoiler:

Escuchó como el otro le hacía notar su sonrojo y llevó una de sus manos hasta sus mejillas tapándola ligeramente, pero no pudo hacer mucho, cerró con fuerza sus ojos como si tratara de ocultar lo obvio. –C-cállate, ya lo sé.- le replicó haciendo un leve puchero y abrió sus ojos con lentitud cuando sintió los labios del otro y le correspondió el beso, agitándose levemente por la mano del otro que seguía ahí, pero sintió como la sacaba y sintió un leve deseo de que no lo hiciera. Mordiéndose el labio inferior se enterneció por el abrazo y sintió de la nada unas ganas de llorar, pero se contuvo. Algo había cambiado en él, se debatía entre la razón y lo que sentía en ese momento. No estaba acostumbrado a quedarse en un solo lado y más que nada tenía miedo de elegir mal. Ya no podía negarlo, le gustaba el lobo y eso le daban ganar de llorar, admitirlo de la daba miedo, no sabía si podía ser correspondido ni sabía tampoco si el lobo realmente lo aceptaba tal como era, tal como fue y quizás como iba a hacer. Por su cuerpo ya habían pasado tantas personas que no sabía cómo actuar delante a la persona que más le importaba es por eso que quería llorar.

Abrió sus ojos de sobremanera cuando escuchó al otro decir tan de repente aquellas palabras y llevó rápidamente la vista hacia arriba, pero el lobo se soltó del abrazo y se acostó boca arriba, no pudo evitar temblar leve y repasar una y otra vez las palabras por si había escuchado bien. Temblando levemente parpadeó varias veces y sin pensar se subió encima de él lobo, saliendo debajo de la ropa de cama para posar sus dos manos en el torso contrario y sin más comenzar a llorar levemente, no podía aguantar más y un gemido agudo salió de su garganta, como si le desgarra pero a la vez le aliviara de sobremanera- G-Gin… -decía con dificultad por las lágrimas y repitió el nombre del mayor varias veces, mientras sus lágrimas caían por el pecho del otro y le hacían sentir bien, le ponía feliz. Una mezcla bastante extraña de sensaciones que nacían de su interior. Sonrió como pudo y se empuño un poco sus manos- No me quiero ir… No me quiero ir… -le decía bajito y bajó la vista avergonzado, no sabía por qué actuaba de esa forma, pero algo extraño en él le había hecho actuar de esa forma.

Spoiler:

Abrió los ojos muy rápidamente cuando sintió que el menor se levantaba, pensó que que saldría de la pieza pero se asombro de verlo sobre el y ademas llorando como magdalena, se sentó en la cama apoyo su espalda contra el respaldo y acomodo al menor sobre sus piernas, le acariciaba el cabello sabia que lo mejor para sentirse bien era llorar y desahogarse por lo que se mantuvo unos minutos acariciándole el cabello suavemente, tomo el rostro del menor y lo levanto para que lo mirara a los ojos - por que lloras? - pregunto quitando una lagrima que caía por la mejilla de Alphonse, le parecía tierno verle llorar de esa manera pero a la vez estaba preocupado, no había visto llorar a nadie de esa forma antes.

- Ya te dije que puedes quedarte aquí hasta que te aburras de mi - dijo besando le las mejillas que estaban húmedas por las lagrimas derramadas, lo abrazo dejándose caer hacia atrás llevando consigo al menor que quedo recostado sobre su cuerpo, tomo la ropa de cama y cubrió al menor tapándolo hasta mas arriba de la cintura, coloco ambas manos en la espalda de menor y lo tomo para dejarlo mas cerca de su rostro - me gustas - repitió tomándolo por la barbilla para besarle sin antes sonreír y mostrar su propio sonrojo.

Lo beso lentamente de forma muy tierna y tranquila como si tuviera todo el tiempo del mundo para hacerlo, lo tocaba y acariciaba, se había decidió a hacerlo, pero esta vez iría despacio conociendo el cuerpo del pelinegro para aprenderlo de memoria y no olvidarle.

Sintiendo como el mayor paseaba su mano por su cabello, una ligera satisfacción y tranquilidad le invadieron el cuerpo, su rostro estaba sonrojado y poco a poco iba en aumento. Las lágrimas le corrían por las mejillas sin poder detenerlas y no sabía por qué tanto llanto. Subiendo la vista sin mucho querer miró al lobo y su corazón palpitó bastante fuerte, sin poder evitar abrir sus ojos un poco al escuchar la pregunta que le hacía el otro. –P-Porque… Tú… y …l-la noche con el lobo y… yo… -arqueó sus cejas de tal forma que demostraba cierta frustración al no poder hablar y se sonrojó al extremo; desvió la mirada, cerrando los ojos tratando de calmarse, ordenando su mente que desde que había llegado aquí había perdido total orden.

Sintiendo los besos sobre su mejilla y las palabras del mayor apretó sus ojos por cierto alivio al escucharlo, si podía quedarse a su lado, entonces eso debería hacerlo feliz. Se dejó abrazar y juntó su cuerpo con el del lobo. Apoyó sus manos en el torso del otro y las empuñó, para acomodarse sobre él deteniendo las lágrimas que poco a poco iban secándose al desaparecer por su mentón. Agradeció bajito y casi inaudible que le abrigara. Sorprendiéndose luego por las acciones contrarias, abrió sus ojos lentamente y vio los hermosos ojos del lobo y sonreír feliz al escucharlo repetir la frase que tanto le había gustado. Se sonrojó al escucharla tan cerca y directa, así que tomándole una mano al lobo la entrelazó entre sus dedos y le miró fijo como pudo.- ¡Yo igual! Yo… A mí me… -le temblaban las manos y su respiración se agitaba, había levantado un poco la voz pero no se había percatado de ello, pero siguió como si nada- A mí me gusta Gin… -Sonriendo ampliamente le dio un apretón al manos del otro y rió un poco- Me gusta y no quiero irme… me gusta Gin. –repetía como si tratara de creerse el mismo lo que estaba diciendo, y se dejó acariciar y besar por el lobo. El dulce tacto le hacía estremecer, los besos del mayor le tomaban y era como si le llevaran a otro lugar, un lugar que era desconocido. Con lentitud agónica recibió y disfrutó el beso del otro. Sus caricias se transformaban en dulces besos sobre su piel y eso anunciaba el inicio e incentivo del mejor sexo vainilla que podría tener con el mayor.

Ya no podía luchar con lo que sentía, se sorprendía a si mismo por haberse sentido así frente a la presencia del lobo, pero ya desde el principio había sido algo bastante peculiar. Aun no podía dejar de pensar que estaba en un tipo de cuento y tenía miedo de despertar y pegarse con la realidad. Durante todo el tiempo que había estado con el mayor, se había fijado solamente en ellos dos. Pero no miraba más allá, no pensaba en nadie más… ¿Qué cosa fue lo que lo puso así? ¿Por qué no podía solamente ignorar lo que sentía por el lobo? … no sabía que cosa lo había llevado a que le gustara, ni tampoco sabía porque no tenía deseos de irse. Quizás la amabilidad del otro terminó por amarrarlo a él y su forma tan particular de ser le llamaba tanto la atención a un punto de admirarlo. Quizás, era eso, estaba tan acostumbrado a malos tratos que al sentir que alguien por fin pudiera ayudarlo le traía buenos sentimientos. No iba a pensar mucho las cosas, sólo iba a dejarse llevar, aunque sabía que al hacer eso muy bien sabía que en algún momento la realidad le agarraría a palos y lo haría volver a la tierra.

Sonrió al escucharlo decir que el le gustaba, era extraño oír esa palabra cuando no era el mismo quien la decía, lo abrazo para que dejara de llorar jamas había visto a una persona llorar tanto como lo hizo Alphonse, le acaricio el cabello y lo acostado a su lado se giro para mirarlo y le pareció tierno ver que todavia quedaba un poco de rubor sobre sus mejillas ademas de tener los ojos rojos por haber llorado tanto - ya te había dicho que podías quedarte, no había porque llorar - dijo con voz suave cerca del rostro del menor le parecía tierna la actitud que tomaba, casi infantil.

Acostados como estaban Gin bajo un poco para quedar a la misma altura en la que se encontraba el menor, se mordió el labio tratando de contenerse pero ya era un caso perdido intentarlo, podía oler la piel del menor haciendo que mas despertara el apetito sexual que estaba tratando de controlar, sin poder aguantarse se coloco sobre el menor y lo miro de una forma completamente extraña se sentía raro y era normal que el menor se diera cuenta de que sus ojos habían cambiado no eran los de una persona normal y que sobre su cabeza habían apareció dos orejas, en esos momento no estaba pensando, solo dejándose llevar por el aroma que tenia la piel del menor, le tomo el rostro y lo beso apasionadamente metiendo su lengua dentro de la cavidad del menor, mientras que con sus manos le quitaba la ropa interior, dejo de besar al menor para bajar hasta los pezones los cuales beso, mordió sin piedad alguna, sabia que Alphonse estaba acostumbrado a haber esto con gente que apenas conocía pero quizás nunca lo habían hecho sentir bien a el por lo que esta se dedicaría a darle placer.

Tomo entre sus manos el miembro del pelinegro y comenzó a bajar y a subir su mano de forma lenta, cerro sus ojos y volvió a besarle sin dejar de masturbarlo, con su mano libre tocaba cada lugar del cuerpo del menor deteniéndose en las piernas tomo una y la levanto para acercarse mas al la entrada del menor, lo tomo por los hombros y lo obligo a darse vuelta, sin darse cuenta de que estaba usando mas fuerza de la habitual, agarro las caderas de Alphonse e introdujo su miembro sin ninguna preparación previa, estaba tan excitado que comenzó a moverse muy rápido, - mm ahh!! Alpho...ns..e - jadeo empujando su cuerpo hacia adelante para tomar el rostro del menor y besarlo.

Abrazado al mayor comenzó a calmarse de a poco, la cercanía con el otro la disfrutaba bastante y tenía la necesidad de quererlo aún más cerca, lo miró directo a los ojos cuando lo tuvo frente a él. Su boca se secó cuando se dio cuenta en un segundo que quería ser devorado por el otro así que no se sorprendió mucho cuando vio al mayor encima de él, lo miró directo a los ojos reprimiendo un dulce jadeo que le produjo la ansiedad y notó enseguida que la forma de mirar de Gin había cambiado. Por alguna extraña razón aquellos ojos le quemaban totalmente y le estremecían el cuerpo- ¿Q-qué? – Musitó un poco bajo al sentir como si el lobo le tocara sólo con la mirada, siendo incapaz de poder controlarse removió sus piernas y desvió la vista un poco más arriba topándose con algo que le sorprendió en su momento, las orejas del lobo salían desde el pelo del mayor y abrió un poco los ojos al notarlo. Su cuerpo se tensó y más que miedo sintió como una corriente por todo lugar, algo parecida a la excitación pero aún más intensa y placentera.- Ahhg… - no pudo decir nada porque con cierta fuerza fue besado por lobo y le correspondió con cierta desesperación, reprimió un par de gemidos en el beso y recibió la lengua de gin en su boca para jugar con ella, succionarla y morderla un poco. Alzando ambas manos rodeó el cuello del mayor para acercarlo más a su cuerpo, accediendo con total normalidad a las acciones del otro, levantando la pelvis y estirando las piernas para despojarse de la ropa interior que escondía su miembro que ya estaba comenzando a reaccionar. Aprovechó la separación del beso para respirar hondo y tratar de recuperar el aire que había perdido, pero gimió alto y sonoro al sentir la boca agresiva del mayor sobre sus tetillas y se removió bastante en la cama al sentir tan exquisita corriente por su cuerpo- AAHHG! G-Gin… Ahhg, d-duele… -mintió, la verdad no le dolía, ¡quería más! su cuerpo se sacudía y se arqueaba por tan exquisito dolor en su cuerpo- Mmmh… -subiendo sus manos un poco comenzó a enredar sus dedos en el cabello del contrario; rozó con cuidado las orejas de lobo notando que realmente estaban ahí y le nació el deseo de apretarlas y tocarlas sugestivamente, pero se contuvo.

Volvió a arquearse al sentir la mano ajena sobre su miembro y se removió fuertemente, no pudo evitar gemir bastante y comenzó a mover sus caderas un poco instintivamente. Recibió el beso del mayor algo irregular por sus gemidos y un involuntario sonrojo se apodero de sus mejillas al sentir que las manos del otro sobre su cuerpo y ver su pierna siendo guiada por el mayor hacía arriba, sintió cierta vulnerabilidad y excitación al mismo tiempo - ¿Q-Qué vas a…? –murmuró con cierta dificultad, las palabras ya no le salían jadeaba bastante por la excitación que tenía su cuerpo y su entrada palpitaba de placer cuando se dio cuenta de las acciones ajenas. Cerró los ojos un poco y se sorprendió por la brutalidad por la cual fue penetrado –AHHHHHMNNMM!!! – Gimió alto, casi gritando y sintió su cuerpo contraerse por unos segundos. Alzó su cabeza hacía un costado y sin tener aunque sea un poco de descanso sintió las embestidas rápidas del mayor y comenzó a gemir sonoramente, sintiendo como el placer se extendía por todo su cuerpo- Ahh sí, mmmh… Mierda- se maldijo en voz baja al darse cuenta que con la fuerza que estaba siendo profanado se sentía de maravilla, su cuerpo se encendió aún más y desea más, mucho más. Correspondió el beso del mayor con cierta dificultad se separó de él un poco, alzando una de sus manos las llevó hasta la orejas del mayor y la apretó un poco- Q-Quiero morderte… ahhhh… -comenzó a mover sus caderas a la velocidad del mayor y se inclinó para morderle con cierta fuerza el hombro al contrario, para luego dejarse caer en la cama y llegar una de sus manos hasta una de sus tetillas, para apretársela con mucha fuerza, como si tratara de simular las mismas mordidas que el otro le había dado minutos atrás- Ahhh… Más..Q-Quiero más- ¡Que se lo diera! Que sólo por esta vez, lo rompiera si quisiera- G-gin… me ..ahhg…. – se arqueó un poco y se dejó llevar por el placer que recibía del otro. Esta parte del gin, esta parte tan salvaje… comenzaba a gustarle también. ¿Estaba haciéndolo con el lobo o con Gin? Se sorprendió el mismo al hacerse esa pregunta y entre jadeos rió un poco, mientras negaba.- Es lo mismo… son lo mismo Ahhhg… me gusta Gin… -comentó en voz alta, sin darse cuenta que había llegado al punto de perderse entre sus pensamientos y lo que realmente decía, mientras con frenesí movía sus caderas a la par con el mayor.

Cerró los ojos reprimiendo un gemido cuando sintió las manos de menor en sus orejas, no entendía nada cuando el las tocaba nunca sentía nada raro, era como tocarse las manos o la cara, pero que Alphonse las tocara se sentía de manera diferente, realmente eran muy sensibles al tacto. Se mordió el labio y miró entrecerrando los ojos al pelinegro, sonrió riendo frente al comentario del menor.
Cada cosa que le decía lo hacía avanzar, se sentía increíble tanto que tomó las manos de éste, y las juntó justo sobre su cabeza, manteniendolas sujetas con una de sus manos detuvo todo movimiento y le sonrió de manera perversa - ¿Qué cosa es lo mismo? - dijo acercándose al rostro del pelinegro, aunque ya sabía la respuesta quería molestarlo un poco -¿Acaso quieres hacerlo con el lobo?- preguntó de manera lasciva.

Le gustaba la forma en que aquel muchacho le miraba, le hacía sentir poderoso, pero a la vez malvado. Ladeo la cabeza para mirarlo, pasándose la lengua por los labios - Eres hermoso - dijo lamiéndole las orejas y saliéndose del menor sin previo aviso. Lo tomó de las caderas cambiando la posición, haciendo que el menor quedara de espalda hacia él para acercare su cuerpo pegando su pecho al cuerpo del otro mientras le susurraba al oído -¿Realmente lo deseas? - volvió a preguntarle.

Observó la piel blanca y suave del contrario, sintiendo unas enormes ganas de besarle, pero quería escuchar la respuesta del menor pese a que sabía que no podría seguir conteniéndose de esa manera y aguantando la presión que sentía en su entrepierna. Tocó la espalda del menor subiendo desde su trasero hasta su hombro donde colocó la mano ejerciendo presión hacia atrás para que su falo rosara descaradamente la entrada del menor, mientras que con la otra lo masturbaba -No volveré a meterla si no respondes- dijo soltando una risita malvada, apretandole más fuerte el miembro cada vez que llegaba a la punta. Se quedó en silencio esperando, pero no estaba seguro de aguantar hasta que éste se atreviera a decir por fin la respuesta que él quería.

Spoiler:

Al sentir como el otro aprisionaba sus manos, sintió un ligero placer recorrerle hasta la punta de los pies, pero movió ligeramente sus caderas al sentir que el otro se detenía–Mmhh, G-Gin… -Murmuró despacio y lleno de deseo y con cierta agonía.- Es Gin con quien quiero estar… -Agregó mordiéndose el labio inferior y encorvándose por el placer- Ahhhh… -Su cuerpo entero temblaba por la presencia del mayor y la voz del lobo le hacían perder la razón.

Sintió como el otro salía de su interior y se estremecía al sentirlo tan lejos. – Ammg, N-No, Gin… -Quería seguir extasiado de placer y realmente deseaba al otro dentro suyo, Así que accediendo a los movimientos del otro se giró y sintió como un cosquilleo en su abdomen se hacía presente. El deseo aumentaba y esa nueva posición le hacía sentirse bastante bien. Volvió a sentir sus cuerpos unidos y se estremeció bastante al sentirlo tan cerca. Su cuerpo estaba bastante sensible es por eso que la cercanía de Gin le estimulaba bastante. Escuchó algo sorprendido la pregunta del otro y se mordió los labios, su rostro se avergonzó al instante y comprendió entonces en qué posición estaba. Si no le decía al otro entonces no se movería, pero por alguna razón no podía decir nada. Sabía cómo pedir más, pero la vergüenza de que Gin se lo preguntara le hacía sentir bastante nervioso y su cuerpo tembló leve por la excitación que sentía. Las manos del otro se sentían realmente bien y su cuerpo era cien por ciento compatible con el del lobo.

Sintió el falo del otro en su entrada y movió un poco su trasero para sentirlo un poco más, la verdad era una trampa, pero quería sentirlo con todas sus fuerzas. ¿Qué si lo deseaba? ¡Lo anhelaba mucho! Y jadeó bastante al sentir tal martirio. Se removió un tanto y jadeaba alto por las manos ajenas en su falo, pero no era suficiente, realmente quería más y lo deseaba. Comenzó a mover involuntariamente su cadera contra el falo ajeno y mordió su labio. De seguro el lobo lo deseaba tanto como él, es por eso que también entraría en su juego- Ahhh, Gin… M-Me … Ummh…- Mirándolo lascivamente le sonrió travieso para que el otro se diera cuenta de lo que hacía.- ¿Y tú lo deseas, Gin? … Quieres entrar en mí, ¿No? … -Ampliando su sonrisa comenzó a mover su cadera un poco más rápido frotando el miembro ajeno entre sus glúteos, pero más que ayudarlo lo hizo desearlo mucho más, ya no podía… quería al lobo dentro suyo- Ahhhg…. Y-Ya… Gin… -Bajando la cabeza avergonzado, giró su cuerpo un tanto y con su mano le tomó una mejilla, para besarlo apasionadamente, introduciendo su lengua para jugar con la contraria por largos segundos y luego separarse un solo un poco, rozando los labios ajenos con sus jadeos- ¡Te deseo tanto! … Lo quiero…. Te quiero dentro, Gin… P-Por favor, sigue… -Susurró entre gemidos y jadeos lascivos, para luego volver a poner su cuerpo en la posición inicial y mover sus caderas para que el otro entrara de una vez-

Spoiler:

Sonrió al ver la sorpresa en el rostro del menor y el sonrojo que aparecía en sus mejillas, parecía haber logrado algo en el, cuando este movió sus caderas no pudo evitar ahogar un gemido mordiéndose el labio inferior, pero que era lo que hacia este chico si que era el pervertido en persona, observo al menor atento no había tenido sexo antes con otras personas pero eso lo había ayudado a mantener un poco mas de control sobre su cuerpo, se mantuvo sereno sonriendo cada vez que Alphonse se movía o decía algo, el chico parecía desesperado.

Cuando escucho los ruegos del menor y las preguntas que realizo, y rayos que si deseaba volver a meterla pero quería que el chico rogara por ello que lo pidiera de verdad, cuando el chico se acerco a besarle le correspondió con la misma fuerza, jadeo un poco cuando este se separo y termino el beso, su auto control se estaba perdiendo gracias a ese beso y mas al oírlo rogar como el quería - si que eres un pervertido Alphonse - dijo tomando las caderas del menor e introduciendo su miembro de forma lenta y jadeando bastante cuando lo hacia con tan solo unos minutos fuera del chico se dio cuenta de cuanto le gradaba estar así con el por lo que no se dejo estar y comenzó a embestirlo rápidamente.

- rayos en que momento te pusiste así de estrecho - jadeando tomo las manos del chico y las entrelazo con las suyas sin dejar de moverse fue dejando besos por la espalda del menor hasta llegar hasta su oreja - me gustas Alphonse - le susurro al oído, paso su lengua por la oreja del menor pasando por su cuello hasta el hombro tomo el rostro del menor y la giro para que le mirara, lo beso apoderándose de los labios ajenos - Al..pho..nse ahhgg - jadeo su nombre repetidas veces sin poder contenerse parecía que estaba llegando a su limite.

El escucharle aquellas palabras, no pudo evitar sonreír burlón… ¡Sí que era un gran pervertido! Pero ya no importaba en ese momento, su cuerpo se sacudió al sentir como el otro lo volvía a tomar de las caderas y entraba lentamente en él. No pudo evitar un gran gemido salir de él y se removió bruscamente al sentirlo tan profundo y abrió un poco más sus piernas para facilitarle la entrada. – Nnhg Sí… Ahhh sí… - gemía excitado y alzó su voz al sentir que el otro comenzaba a penetrarlo más rápido. Involuntariamente, apretó con sus paredes el falo del menor, volviéndose más estrecho y sintió un gran placer al sentir que el mayor tocaba ese lugar exacto el cuál le gustaba tanto. – M-Mierda… Gin… Ahí.. A-Ahhhhh! – Moviendo sus caderas a la par del mayor, accedió al sentir el entrelazo de los dedos ajenos con los suyos y se encorvó ligeramente al sentir los besos del otro siendo repartidos por su espalda. –Mmh, mmh…- Gemía casi sin control por lo bien que se sentía y escuchando la declaración del otro en su oído, nuevamente sintió un gran calor expandirse por su pecho, mientras una agradable sensación le tomaba por sorpresa y hacía sentir muy feliz. –Yo también… Nng… m-me gustas mucho Gin… -Murmuró con mucha dificultad por los jadeos que salían de su garganta y se estremeció de sobre manera al sentir la sensual lengua del otro por su lóbulo.

Accediendo a todas las acciones del lobo, giró su cabeza y le besó irregular mientras gemía sobre los labios y movía sus caderas casi de forma frenética, sintiendo como el pre-semen le humedecía la punta de su miembro. Tenía claro que estaba a punto de terminar, es por eso que decidió decirle al otro.- …G-Gin… Yo voy a … no aguanto… Mmmh. –Soltándose de las manos al mayor, llevó una de sus manos hasta su propio miembro y comenzó a masturbarse bastante rápido mientras la otra mano agarraba la sábana con fuerza al sentir las embestidas del otro. Estaba a punto de llegar al éxtasis y correrse, pero antes quería asegurarse que el lobo también estuviera bien con ello, es por eso que estrechándose un poco más, comenzó a dar presiones suaves al miembro del otro y comenzó a mover sus caderas para que éste pudiera llegar más adentro. Gimiendo más de la cuenta al percatarse de profundo que llegaba. –E-Es grande… Gin… umg!!!- Acariciando en círculos la punta del pene, se removió un poco y no pudo evitar sentir su esencia salir a chorro hasta las blancas sábanas. Terminando por fin, sintiendo su cuerpo siendo invadido por el orgasmo mientras los espasmos del buen sexo se hacían presente relajando su cuerpo. Pero seguía moviendo sus caderas para que el mayor pudiera venirse también…. –Hazlo dentro…- susurró desvergonzado mientras mordía su labio y jadeaba regulando su respiración.

Al escuchando los sonoros y cada vez mas fuertes gemidos de Alphonse no hizo mas que excitarse aun más cada palabra que salia de la sucia boca del menor lo encendía mas que antes, sintió su abdomen contraerse y supo que no aguantaría, empezó a embestirlo mas fuerte para llegar al orgasmo minutos después que el pelinegro acabo, gimió agotado dejándose caer sobre el cuerpo de Alphonse - ahh...aah - trataba de regular su respiración, se quito de encima acostándose a un lado del menor mirando el techo sobre sus cabezas - hace tiempo que no hacia tanto ejercicio - bromeo entrelazando su mano con la del menor.

Con una sonrisa en su rostro miro al pelinegro nunca antes se había sentido tan bien y tan aliviado como lo estaba ahora, el relajo era tal que si llegaba a cerrar su ojos caería dormido y no quería eso, sentía que si lo hacia lo perdería, aun le faltaba conocerlo mejor saber que cosas le gustaban y cuales le desagradaban quería saber todo de él y no iba a dejarlo ir jamás - Alphonse....... - pronuncio su nombre despacio con un poco de duda, debía decirle el miedo que sentía en esos momento, algo en su interior le decía que lo hiciera que confiara en menor quien se había entregado a el sin oponerse, pero en el el fondo la duda crecía seria capaz Alphonse de dejar por completo su vida de sexo y entregarse a un solo hombre.

Suspiro ahora mas calmado se giro quedando de costado a Alphonse y lo abrazo a pegando su cuerpo al del chico recostó su cabeza sobre la coronilla del menor - ahh... te sueño - bostezo tomando las sabanas y tapándolos a ambos - no te iras en la mañana cierto...... cuando despiertes seguras aquí?- pregunto dándole un beso en la mejilla, no espero a que el pelinegro respondiera, había caído muy rápido en los brazos de morfeo.

Tanto ir y venir, este día había sido por donde lo miren bastante agotador, nisiquiera Gin era capaz de pensar en la mañana cuando se levanto que ese día se econtraria con un joven encantador y que tendría sexo duro con el la mitad de la noche añadiéndole que el chico le gustaba mas de lo que el creia, entre sueños lo abrazo mas fuerte y susurro dormido palabras incoherentes pero algo estaba claro y aunque el propio Gin no lo recordara a la mañana siguiente se había enamorado por completo de Alphonse - T...e am...o - susurro hablando dormido como era su costumbre.

Su cuerpo estaba agotado y cayó rendido cuando el otro terminó todo. Aun sentía el exquisito orgasmo recorrerle el cuerpo y eso le hacía sonreír sin poder evitarlo. Rió suave al escuchar lo que decía el otro y dio un ligero apretón a la mano ajena mientras se giraba y quedaba frente a frente con el lobo. Se veía cansado y eso le enterneció de sobremanera, para ser la primera vez de Gin con un hombre éste le pudo satisfacer muy bien y eso en el fondo le agradaba en demasía. Se sentía feliz y sin quitar la vista del otro le sonreía amplio, nunca había sentido ese deseo de permanecer al lado de alguien, ya se había rendido. ¿Por qué la idea de tenerlo lejos se le hacía insoportable? No lo sabía, pero no podía ocultar un ligero miedo a equivocarse. ¿Era el lobo realmente alguien que lograría quererle? Escuchó que el otro susurraba su nombre y su cuerpo se tensó de forma agradable, se dio cuenta que el lobo lograba algo que nadie antes pudo, que era hacer que su corazón se acelerara con sólo una palabra.-¿Gin?-Cuestionó bajito mientras se arrimaba al lado del mayor y lo abrazaba, tenerlo cerca era bastante agradable, le gustaba su aroma y que el calor que emanaba le abrigara. Todo lo que era Gin le aturdía, lo hacía sentir realmente un hombre nuevo.
Sintiendo las sábanas abrigarle un poco más, subió la vista para escuchar al otro, le gustaba mirarle, realmente le gustaba y eso le ponía en más de un conflicto. Era como si una parte de él se fuera al mundo de “amor y corazones” y su otra parte lo hacía volver a la cruda realidad. Su cuerpo tembló leve al escuchar lo último, le hizo notar el miedo que poseía el otro. No era para menos, su vida siempre había sido terminar y luego irse, ahora entendía un poco lo que sentía el otro y subiendo una de sus manos la posó en el pecho contrario, para comenzar a acariciar con cariño.–Yo seguiré aquí… - Murmuró bajo y notó que el otro ya estaba dormido. Mordiendo su labio inferior se estremeció y cerró sus ojos, mientras subía su cabeza y le besaba el mentón -Yo no me iré… Gin… No quiero irme. –susurraba bajito y sentía sus ojos humedecerse levemente. Se maldijo al darse cuenta lo sensible que se había puesto, pero eso no cambiaba su sonrisa. Jamás hubiera concebido el decir algo como eso, para él también era algo nuevo quedarse junto al lobo y de la misma forma deseaba que Gin estuviera a su lado cuando él despertara. -¿No me irás a botar a algún bosque mientras duerma, no? –riendo por lo dicho al recordar el evento que lo trajo hasta aquí, juntó aún más su cuerpo y terminó por cerrar sus ojos para dormirse profundamente.
Sus ojos se abrieron de par en par cuando la mañana apareció. Sin moverse miró hacia todos los lados y se fijó en el hermoso cuerpo del Gin que se mantenía a su lado aun abrazándolo. Sonrió feliz sin evitarlo al darse cuenta que aún seguía ahí, el calorcito que emanaba el cuerpo ajeno le hizo tener un buen despertar y moviéndose ligeramente sintió como el otro lo abrazaba un poco más y sus mejillas se coloraron al sentir tan agradable cariño. Ya no había vuelta atrás y no quería pensar eso, sí, el mayor le gustaba tanto que sería capaz de hacer cualquier cosa por él. Quería conocerlo más, saber más de él y por primera vez en mucho tiempo. Quería preguntarle y profundizar de su vida con el otro. Subiendo la vista miró al lobo divertido y le besó el mentón como lo había hecho en la noche. Soltando sus manos un poco las subió para rodear el cuello ajeno y antes de concretar el beso que tenía planeado, el susurro de unas agradables palabras le detuvieron y sorprendieron de sobremanera. Sus mejillas se sonrojaron aún más y su cuerpo tembló leve sintiendo una agradable sensación que arrebataron un pequeño “Ah” de su boca. No sabía que decir, ni que hacer ¿El mayor estaba despierto o sólo jugaba con él? Mordió su labio y bajó sus manos un poco. Le hacía realmente feliz que el otro dijera esas agradables palabras, pero era muy cruel el decirlas mientras dormitaba. Sólo para jugar con él le miró fijo y le mordió una mejilla, para luego repartir pequeños besitos por el rostro ajeno – Gin, Gin, Gin…~~ Te quiero Gin, Te quiero~ … no me digas palabras tan vergonzosas de mañana… -Le susurraba divertido con un tono cantadito y sonreía feliz. Quizás un “Te amo” era lo ideal, pero un tanto apresurado, es por eso que trató de suavizar todo, pero no podía negar… que aquel susurro le hizo latir violentamente el corazón. Quizás, también le amaba pero tenía miedo de confiar tanto y luego salir herido.

Dormía tan placidamente que nada podría despertarlo en esos momentos, una sensación de completo relajo que no había sentido en años, en sus sueños solo aparecía el dulce chico de cabellos negros a quien todavía podía sentir en sus brazos el calor que salia del cuerpo del menor lo hizo sonreír, apretó los ojos un poco cuando sintió algo en su mejilla no le dolió pero fue extraño y después un ataque que no supo de donde vino no quería despertar todavía pero al escuchar su nombre y saber quien era el que decía aquellas palabras lo obligo a despertar.

Abrió los ojos de apoco acostumbrándose a la luz que había en la habitación, fijo su vista en el negro cabello el cual revolvió - buenos días Alphonse - dijo abrazándolo mas fuerte y depositando un beso en la frente del menor.
- como dormiste? - pregunto tomándolo del mentón para que el chico le mirara, se veia tan hermoso que no podía creer que todavía estuviera con el y menos que lo tendría entre sus brazos y solo para el, sonrió acariciándole el rostro se iba a acercar a darle un beso en los labios cuando su estomago rugió como un león, sorprendido de escuchar por primera vez a sus estomago reclamar por alimento no hizo mas que sonrojarse y sentarse sobre la cama.

- ah vamos a comer algo creo que tengo un poco de hambre - dijo poniéndose de pie se acerco a uno de los kimonos que habían quedado tirados en el suelo y se lo amarro a la cintura, se giro hacia el menor quien aun estaba en la cama - y bien me vas a compaña a comer o prefieres ser la comida - dijo lo ultimo lamiéndose los labios de formas lasciva, se acerco al costado de la cama donde se encontraba el menor y le tendió su mano para que lo siguiera.

Una vez mas se daba cuenta que su vida había sido tan aburrida y monótona hasta que Alphonse altero su rutina diaria y llego para cambiarla, no quería separase del chico, quería protegerle alejarlo de todo lo malo, que olvidara su pasado y construyera un nuevo futuro, uno donde ambos podrían estar, sabia que era muy pronto para decir lo que pensaba pero, era como si ya se lo hubiese dicho y no poder recordar cuando fue que paso cerro sus ojos suspiro dos veces un poco nervioso, al abrirlos y mirar los ojos ajenos supo que no habia vuelta a tras se había enamorado por completo de Alphonse - Te amo - le dijo tiñendo sus mejillas de un rojo, sentía su rostro arder decirle lo que pensaba era algo muy vergonzoso.

Observó divertido al otro como abría los ojos y le sonrió cuando le saludó.- B-Buenos días… -Le susurró avergonzándose por el beso que el otro dejaba en su frente. Aun no se recuperaba de las palabras que había dicho el otro y ese despertar tan normal le hicieron notar que aquellas palabras habían salido de forma involuntaria, lo cual le hizo sentir ligeramente decepcionado.

Yo dormí bastante bien, me gustó dormir a tu lado… -le dijo, dejándose guiar por la mano del otro, mirándole fijamente se sonrojo por la cercanía y también deseoso de besarle cerró sus ojos leve para recibir el beso. Pero escuchó un sonido extraño y rompió en risa sin poder aguantarla.- Claro, claro… vamos a comer también tengo hambre… hahaha… -Viendo como el otro se levantaba, se enterneció por las actitud que tenía y se sentó en la cama tapando su cuerpo con la sábana que aún le mantenía abrigado. Ladeó su cabeza un poco mirando como el otro se vestía y sonrió ladino cuando escuchó su pregunta.- …Me gustar ser comido por ti… -le murmuró de forma lasciva mientras veía que se acercaba y comenzó a reír leve por sus pensamientos.- pero ya dije, te acompañaré… también tengo hambre.

En lo profundo, quería preguntarle muchas cosas al mayor. Sabía que aquellas palabras que le pusieron muy feliz de mañana no habían sido dichas mientras estaba consciente y eso le entristeció un poco. Ya no podía hacer nada, la verdad le gustaba mucho al otro y quería quedarse con él el resto del tiempo. ¿Qué podía hacer para que el mayor le dijera lo que realmente sentía? …Estaba decidido a preguntarle, para así alejar todo tipo de miedo y duda de su ser. Tomó la mano que le extendía el otro, entrelazando sus dedos no se movió ni un solo centímetro pensado en qué cosa podía decirle. Cuando le miró a los ojos escuchó al mayor confesarle nuevamente aquella palabra tan bonita y profunda. Su corazón comenzó a acelerar en el momento que la escuchó y sus mejillas se coloraron bastante, mantuvo su mirada fija en el rostro ajeno y vio que el otro también estaba avergonzado. Su cuerpo tembló y poco a poco dibujó una gran sonrisa en sus labios. Acababan de desaparecer todo tipo de miedo y confusiones que poseía en su cabeza. –Sí….- dijo involuntariamente y desvió por fin su mirada sintiéndose muy avergonzado.- Yo también… -murmuró con dificultad sintiendo como muchos de sus sentimientos salían a flote y despejaba todo tipo de miedo que antes poseía.- Yo también te amo, Gin. Me gustas mucho…-dando un apretón a la mano ajena, se movió hasta quedar al lado de Gin y le besó corto en los labios para luego abrazarle.- También… yo también… -se repetía tratando de creérselo, cerró sus ojos fuerte y sin poder evitarlo dejó que unas lágrimas salieran de sus ojos, está sorprendido de él mismo y de sus sentimientos. Nunca nadie, le había amado y jamás él se había dado el tiempo para hacerlo, es por eso que estaba feliz de por fin encontrar a alguien que le diera ambas cosas.